¿Quién soy? ¿Qué Soy?

Ayenka Chesini

Artista PLástica

Argentina

Nací el 13 de septiembre de 1984 en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos.

Madre: Itati Imelda Sellanes Frias

Padre: Juan Domingo Chesini Nisero

Mi primer Maestro en Arte fue mi tío Hugo Francisco, sus descontracturados trazos fueron la invitación propicia para iniciarme en este maravilloso mundo del autoconocimiento a través del Arte.

Pintar, escribir, bailar, cantar, practicar deportes, trepar árboles, JUGAR, fueron para mí, formas de comunicación esenciales para poder expresarme.

Conforme fui creciendo mis inclinaciones artísticas fueron incrementando, más y más.

Empecé la Universidad, abandoné la Universidad… llena de interrogantes y sumamente llena de miedos pero convencida de la decisión que había tomado.

En esos días donde veía todo negro una abuela se sentó a mi lado mientras yo fumaba un cigarrillo en la plaza y este fue diálogo que tuvimos:

Abuela: - Quien eres?

Migo: -Ayenka

Abuela: ¿Por qué estás tan preocupada? – Se nota en tu mirada perdida.

Migo: No sé qué hacer con lo que Soy

Abuela (mirando al cielo como rememorando algo, volvió su vista a mí) y preguntó: - Qué eres?

Migo: -Artista

Abuela: (luego de un silencio y después de corroborar la hora en su reloj), me dijo: - Ayenka, yo también fui joven, claro que no tan bonita como vos (risas), y también recibí educación académica y si bien terminé mi carrera debo confesarte que era bastante “molesta” en clases porque mis preguntas descolocaban y hasta a veces molestaban, pero con el tiempo mi piel se fue curtiendo y los profesores también (risas), sabían que yo era brava (risas). Cuando estaba terminando la universidad conocí al que fue mi esposo, mi flaco…(suspiró)… él era un saco de huesos con un corazón tan grande que me deslumbró con su sola y primera mirada. Bastante maltratado por la vida. Cuando yo lo conocí no contaba con muchos años de artista. Tuvimos una vida juntos muy buena, el falleció hace poco tiempo y francamente no puedo creer estar hablando de esto nuevamente (risas).

Migo: Nuevamente?

Abuela: Sí, porque él atravesó por esta misma crisis y yo lo acompañé, como pude, en su proceso. ¿Sabés lo que descubrimos?

Migo: mmm, no. Qué descubrieron? (cada vez me interesaba más lo que esa abuela decía)

Abuela: Bueno esto llevó una vida aprenderlo pero quizás te ayude a ver un poquito mejor o al menos que tus ojos dejen de estar tan cargados de lágrimas. No importa si tienes técnica o menos técnica, no importa si eres mejor o menos mejor. El camino del autoconocimiento es muy personal en cada individuo. Sólo expresa tu interior y no temas.

Migo: Pesadas lágrimas desbordaron mis ojos… no podía creer lo que estaba escuchando…

Abuela: Una cosa más. El mundo necesita Amor, exprésalo como puedas, como te salga, pero hazlo. Me voy porque mis amigas me están esperando, es la hora del té.    

Se levantó, inició su marcha y poco a poco se fue perdiendo entre los árboles, entre la gente, entre la vida, en el horizonte...

Y desde aquel día no he vuelto a ser la misma persona. Creo que a veces los ángeles se disfrazan de seres humanos... porque eso fue para mí esa abuela, ese día, en esa plaza. Un ángel.

“Los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma” dijo George Bernard Shaw y estoy 1000% de acuerdo con él.

Ayenka Chesini Art