Cuando los pinceles hablan
el tiempo se detiene en un paréntesis.
Me desintegro y me fundo inevitablemente en ellos.
Mi cuerpo se silencia.
Mi mente se apaga con el fuego de mi alma ardiendo en llamas.
Cuando los pinceles truenan mi opinión les importa bien poco.
Cuando las palabras esbozadas en un cuadro no alcanzan, los pinceles saltan del lienzo inerte y blanco y me pintan la cara.
Cara que es lienzo, lienzo de piel agrietada y bifurcada por el viento, las lágrimas, las risas, el tiempo...
Y así entre pincel y pincel mi vida va siendo pintada.
A veces pinto con pigmentos.
A veces pinto con palabras.
De vez en vez el agua donde limpio mis pinceles es salada, algunos dicen que son lágrimas...
Yo sigo pincelando...
Imberbes mentales cuestionan mi hacer, mi arte, mi Ser...
Aunque esté riendo
Aunque esté llorando
Mi pincel sigue hablando
Pincelando.
Ayenka Chesini.
el tiempo se detiene en un paréntesis.
Me desintegro y me fundo inevitablemente en ellos.
Mi cuerpo se silencia.
Mi mente se apaga con el fuego de mi alma ardiendo en llamas.
Cuando los pinceles truenan mi opinión les importa bien poco.
Cuando las palabras esbozadas en un cuadro no alcanzan, los pinceles saltan del lienzo inerte y blanco y me pintan la cara.
Cara que es lienzo, lienzo de piel agrietada y bifurcada por el viento, las lágrimas, las risas, el tiempo...
Y así entre pincel y pincel mi vida va siendo pintada.
A veces pinto con pigmentos.
A veces pinto con palabras.
De vez en vez el agua donde limpio mis pinceles es salada, algunos dicen que son lágrimas...
Yo sigo pincelando...
Imberbes mentales cuestionan mi hacer, mi arte, mi Ser...
Aunque esté riendo
Aunque esté llorando
Mi pincel sigue hablando
Pincelando.
Ayenka Chesini.
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