INFIRMUS©
(Carta a una Amiga)
No sé si me oyes...
pero quiero susurrarle a tus oídos algo que una vez alguien me dijo...
La vida es un conjunto de momentos que inevitablemente conducen al final de algo...
Pero como bien sabemos vos y yo,
todo final implica un nuevo comienzo.
¿Y si la muerte es comienzo?
¿Seguirás siendo mi amiga cuando mueras?
Sé que estás enferma...
Haz abierto los ojos... que grata sorpresa verte despierta...
No acostumbro a hablar de esto pero mi padre murió de cáncer. Sé que cuando te vayas también te voy a extrañar porque a mi papá todavía lo extraño. Él se fue cuando yo apenas tenía once años...
¿Sabes qué? Aprendí de él a oír sus miradas y supe que le dolía mucho,
el cuerpo,
el alma,
el habla. Le dolía la mirada.
Amiga sé que tienes miedo
No tienes que mirarme de ese modo porque entiendo que convivir con esa enfermedad es como ser acosada constantemente por un maníaco homicida que puede dispararte en cualquier momento.
Has vuelto a cerrar los ojos.
Sujetas mi mano y esbozas estas tres palabras
-Me estoy yendo..
Tranquila amiga -te susurré- y continuaste
-Me estoy yendo... nunca sentí tanto miedo...
El silencio nos enmudeció a las dos y las lágrimas lloraron en nuestros rostros por un rato..
-Estoy aquí -te dije sosteniendo tu mano- y te sostendré en un gran abrazo para que puedas postrar el cansancio de tu cuerpo gastado. Perfumaré tu alma con los más bonitos y deliciosos aromas frutales y florales y acariciaré tu mente hasta desenredar esos escalofriantes pensamientos que te hacen temblar.
Todo estará bien.
Nos volveremos a encontrar...
porque.. inevitablemente yo estoy yendo hacia el mismo lugar. La muerte.
(Carta a una Amiga)
No sé si me oyes...
pero quiero susurrarle a tus oídos algo que una vez alguien me dijo...
La vida es un conjunto de momentos que inevitablemente conducen al final de algo...
Pero como bien sabemos vos y yo,
todo final implica un nuevo comienzo.
¿Y si la muerte es comienzo?
¿Seguirás siendo mi amiga cuando mueras?
Sé que estás enferma...
Haz abierto los ojos... que grata sorpresa verte despierta...
No acostumbro a hablar de esto pero mi padre murió de cáncer. Sé que cuando te vayas también te voy a extrañar porque a mi papá todavía lo extraño. Él se fue cuando yo apenas tenía once años...
¿Sabes qué? Aprendí de él a oír sus miradas y supe que le dolía mucho,
el cuerpo,
el alma,
el habla. Le dolía la mirada.
Amiga sé que tienes miedo
No tienes que mirarme de ese modo porque entiendo que convivir con esa enfermedad es como ser acosada constantemente por un maníaco homicida que puede dispararte en cualquier momento.
Has vuelto a cerrar los ojos.
Sujetas mi mano y esbozas estas tres palabras
-Me estoy yendo..
Tranquila amiga -te susurré- y continuaste
-Me estoy yendo... nunca sentí tanto miedo...
El silencio nos enmudeció a las dos y las lágrimas lloraron en nuestros rostros por un rato..
-Estoy aquí -te dije sosteniendo tu mano- y te sostendré en un gran abrazo para que puedas postrar el cansancio de tu cuerpo gastado. Perfumaré tu alma con los más bonitos y deliciosos aromas frutales y florales y acariciaré tu mente hasta desenredar esos escalofriantes pensamientos que te hacen temblar.
Todo estará bien.
Nos volveremos a encontrar...
porque.. inevitablemente yo estoy yendo hacia el mismo lugar. La muerte.
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