"FEES" 2°PARTE

FEES

Si bien no eran inmortales desde su llegada al mundo, no tenían una edad para morir, pero de hecho morían por causas que no fueran naturales. 

Dijo que su pueblo se llamaba así mismo como "los primeros nacidos", aunque a lo largo de los siglos los hombres los conocieron por el nombre de "ELOHIM".

Los más viejos de su pueblo recordaban haber nacido en un paraíso, en algún lugar más allá de las fronteras de este mundo.

Vivían en y ante la gracia de su creador, en una armonía indiscriptible para los hombres.

Su creador, quien para ellos no tenía nombre, tuvo un día la idea de crear un nuevo lugar y para beneplácito de todos, les convido a participar de esta creación.

Así los primeros nacidos con sus cantos y su música soplaron su aliento en el vacío y poco a poco vieron que de la nada surgió la forma de una esfera.

Esta hermosa esfera, no era otra cosa que el mundo en el cual hoy todos vivimos.

Y viendo que la cración había sido verdaderamente hermosa algunos expresaron a su creador sus deseos de habitar en este nuevo lugar para cuidar de él y seguir así su prodigiosa tarea.

Pero el creador les dijo que este lugar estaba reservado para unos nuevos hijos que daría a luz, "los nuevos nacidos".

Hubo algunos de entre su pueblo que no estuvieron de acuerdo con esta disposición, y sin saber como, poco a poco el descontento empezó a aparecer, y para ellos esto era algo completamente nuevo, y como niños se dedicaron a experimentar esta nueva sensación.

Hubo conflictos nunca antes vistos. El creador envió a muchos a la nueva esfera. La armonía original había sido quebrada y muchos habían quedado separados de familiares y amigos. Viendo el creador que sus corazones eran sinceros les dió permiso para retirarse y les dijo que su nueva vida no sería como la vida en el reino bendito. Y aunque en su corazón estarían no contarían con su presencia y sus días de vida serían menores.

Aceptando las condiciones un grupo numeroso abandonó el reino bendito y se instalaron en el nuevo y joven mundo.

Era mucho el trabajo por hacer y así pasaron sus nuevos días viendo salir el sol y la luna, aparecer el día y la noche y vieron que el mundo era hermoso porque en él estaba el espíritu del creador.

Un día y por casualidad descubrieron que en el joven mundo había otras criaturas, diferentes y sin embargo parecidas a ellos mismos.

Estas criaturas habían sido creadas en el mismo origen del mundo, eran producto de sus cantos y su música y esto les alegró tanto que en verdad sintieron la felicidad luego de mucho, mucho tiempo.

Estas criaturas eran el espíritu mismo de los elementos con que había sido creado el mundo, la tierra, el aire, el agua y el fuego.

Eran criaturas sutiles pero plagadas de conciencia y conocimiento, eran parte de ellos mismos, de alguna manera eran como sus hijos.

A medida que el tiempo pasaba las criaturas evolucionaron y tomaron diferentes formas y les asistieron en sus tareas, no como esclavos, sino como compañeros y ayudantes.

Pero el descubrimiento más grande llegaría cuando se dieran cuenta que el planeta todo formaba una especie de ser vivo y conciente, era el espíritu de la madre tierra que habría de despertar y que también sería la madre de los elementos y que la relación entre ella y los pueblos que la cuidaban sería de recíproco amor, respeto y entendimiento.

Así la tierra fue poblada por vez primera por diferentes pueblos cuyos nombres, si bien algunos ELOHIM todavía recuerdan son impronunciables para los hombres, ya que se parecen más a sonidos y melodías que a palabras.

Y vieron crecer el mundo y cuidaron de él para que fuese un lugar tan hermoso como el reino bendecido del que provenían.

El tiempo transcurrió y vieron muchos prodigios y nuevas criaturas fueron tomando forma, algunas pequeñas y otras enormes, esa fue la época en que los dragones y otras bestias como los unicornios habitaron la tierra.

Hasta que un día unas criaturas peludas que caminaban en dos patas dieron un salto increíble, a diferencia de los demás seres, tenían definitivamente algo que les recordaba al creador, a su imágen y semejanza, supieron entonces que estos eran los "segundos nacidos" para quienes el mundo había sido dado de acuerdo a la voluntad del creador.

Estos nuevos vecinos se reproducían con gran velocidad y poco a poco fueron habitando el mundo.

En el principio los ELOHIM y sus ayudantes convivieron con los hombres y les enseñaron muchas cosas, les enseñaron sobre plantas curativas, sobre la siembra, sobre el arte de las matemáticas, el arte de la escritura y la poesía, el tejido, como observar el cielo estrellado y cómo construir nuevas y mejores casas donde habitar.

Pero poco a poco algunos hombres empezaron a desconfiar de ellos y pensaban que querían tenerlos de esclavos, otros los adoraban como si se tratase de Dioses dado los portentos que realizaban.

Y vieron entonces que había llegado el momento de dejar que los hombres tuvieran su oportunidad de valerse por sí mismos.

HASTA ACÁ LA SEGUNDA PARTE.

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